Guía Básica de iniciación al BDSM
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Lo primero que debes saber del BDSM es que existen diferentes intensidades y siempre serás tú quien tenga la última palabra para decidir hasta dónde te quieres involucrar.
Es necesario que seas consciente de tus límites, porque debes implicarte hasta donde te sea cómodo.
¿QUÉ ES BDSM?
Las siglas BDSM corresponden a Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
Practicar BDSM no significa que se lleven a cabo todas las variantes en una misma experiencia sexual. Cada uno puede decidir cuánto va a experimentar de cada disciplina o si prefieren centrarse en una sola de ellas.
Debe existir consentimiento de las personas implicadas en el acto y se debe delimitar mediante contratos pactados y palabras de seguridad para detener la sesión en caso de ser necesario.
El BDSM es una de las prácticas sexuales más criticadas, pero también de las más desconocidas.
BONDAGE: Proviene del mismo término francés que significa esclavitud o cautiverio. Es una práctica erótica que se basa en la inmovilización del cuerpo de la otra persona, ya sea mediante cuerdas, arneses, esposas u otros.
DISCIPLINA: Es el conjunto de normas y hábitos que son el marco de actuación de un sumiso durante el adiestramiento. La disciplina a veces implicará castigos para corregir desviaciones en la conducta.
DOMINACIÓN: Es el rol que implica tomar el control y el mando en la relación con la parte sumisa. En la dominación se encuentra estímulo al ejercer nuestra voluntad sobre la otra persona que queda a nuestra merced. La dominación siempre estará unida a la sumisión, ya que todo Dominante necesita de un Sumiso y viceversa.
SUMISIÓN: Es el rol de compañero del Dominante que ejerce voluntariamente durante la sesión de placer. La posición de sumiso es la otra cara de las siglas DS y significa acatar los deseos y la voluntad del dominante, y someterse a todo lo que quiera hacer con su cuerpo.
SADISMO: El Sadismo consiste en sentir placer y satisfacción sexual al infligir estímulos controlados de dolor físico/psíquico a otra persona.
MASOQUISMO: Es la obtención de excitación sexual y placer al recibir dichos estímulos controlados de dolor físico/psíquico generados por otra persona.
¿QUÉ NECESITAS PARA INICIARTE EN BDSM?
La confianza y la imaginación son pilares fundamentales para iniciar la práctica del BDSM. Te recomendamos que inicies junto a alguien en quien confíes totalmente.
Existen accesorios que pueden ayudarte a adentrarte en este mundo. Puedes ir probando y elegir lo que más te guste.
¡Equípate con todo!
En regálatelo.cl contamos con:
Cuerdas, látigos, esposas, pezoneras, Kit básicos de BDSM.
Existen otro tipo de accesorios para los más experimentados como columpios, máquinas de electroestimulación, entre otros.
Te recomendamos comenzar con el BONDAGE
El Bondage está considerado como una práctica estético-erótica. Puedes atar sólo una parte del cuerpo (las manos, los pies…) o realizar ataduras que rodeen el cuerpo en su totalidad. Cuerdas, cadenas, cintas, diferentes tipos de telas, esposas, todo elemento que pueda inmovilizar será útil.
La dominación y el control a través de la inmovilización son protagonistas en el Bondage durante el juego sexual. La parte sumisa se entrega al rol dominante que es quien decidirá cómo y cuándo ocurre toda la acción.
Dentro del BDSM hay diferentes niveles; sea cual sea la disciplina que elijas, puedes empezar por algo más suave y no subir de nivel si no te sientes realmente cómodo y preparado. Recuerda que no hay nada establecido, los límites los pones tú.
No todo tiene por qué gustar a la primera. ¿Has escogido un rol que no es el más adecuado? No hay problema, puedes seguir probando hasta encontrar aquello que realmente te excite, no olvides que el objetivo final del BDSM sigue siendo obtener placer.
CONSEJOS PARA INICIARTE EN EL BONDAGE
Como ya te hemos dicho, la mejor forma de iniciarte en el BDSM es a través del Bondage, pero antes es importante que tengas en cuenta algunos consejos si es algo nuevo para ti.
Practícalo con alguien en quien confíes: puedes practicarlo con quien tú quieras, pero piensa que será más seguro si lo practicas con alguien de confianza para que te sientas a gusto en ese tipo de situación y puedas disfrutar de la experiencia.
Elige cuál será tu rol: Puedes ser la persona atada o la persona que vaya a atar. Pacta con tu pareja antes de empezar cuál será el rol que tomará cada uno.
Pacta antes lo que quieres hacer: La comunicación es vital en este tipo de prácticas. Decidan hasta dónde están dispuestos a llegar, lo que sí quieren hacer y lo que no.
Comienza con nudos sencillos: Si es la primera vez que lo practicas, puede que resulte agobiante si no lo has probado. Empieza con nudos sencillos, un buen comienzo son los nudos en manos o pies.
Prueba nuevas posturas: Comienza por probar posturas más sencillas para poder disfrutar del Bondage. Conforme vayas avanzando en la práctica, puedes ir incorporando posturas cada vez más complejas de hacer.
CONSEJOS DE SEGURIDAD: DEFINAN LAS REGLAS
Cualquier práctica de BDSM debe hacerse de forma completamente segura, sensata y consensuada (SSC).
Debemos tener muy claro que es una disciplina que busca el placer de las dos partes, tanto la parte sumisa como la parte dominante. En este juego el uso del dolor tiene un fin placentero.
Cosas que a un Sumiso quizás no le gusten por sí solas, le harán sentir emoción por estar complaciendo al Dominante. Y sucede también al contrario, como Dominante de alguna forma estás complaciendo al Sumiso y eso proporciona placer.
Para practicar el BDSM es necesario que cada uno conozca sus límites y se definan normas para garantizar relaciones seguras y placenteras.
Seguro, sensato y consensuado (SSC): Todo lo que hagas debe hacerse de forma segura, sensata y consensuada. Cualquier práctica o acción durante la experiencia debe ser aceptada por ambas partes.
Palabra de seguridad: Antes de iniciar cualquier sesión se establece una palabra de seguridad que conocerán ambas partes y que cuando se pronuncia significa que la persona no desea continuar con la práctica que se está realizando.
Lo que quieres hacer y lo que no: Seguro que aunque nunca antes lo hayas practicado, tienes una ligera idea de aquello que te llama más la atención y lo que no quieres hacer. Tenerlo claro y en la medida de lo posible, conocer lo que desea o no hacer tu pareja.
Recuerda que tú pones tus límites: nunca aceptes algo que te disguste o que te provoque dolor extremo.
Ten siempre una solución de emergencia: No es lo deseado, pero a veces algo puede salir mal. Sería interesante tener a mano algunos utensilios que puedan sacarte de un apuro en el momento adecuado.
Unas tijeras para ese nudo que no quiere aflojarse, o un pequeño botiquín con alcohol, vendas, árnica u otros para poder calmar las marcas de una sesión intensa. Nunca está de más estar preparados.
El BDSM puede ser una práctica muy placentera, pero también requiere de un gran equilibrio mental. Si sientes curiosidad ¡adelante! Abre tu mente, habla con tu pareja, aprendan y experimenten juntos hasta llegar a una disciplina en la que se sientan cómodos dentro de sus propios límites.
Recuerda que el fin del BDSM no deja de ser otro que el de la obtención del placer y que todas las prácticas tienen que cumplir con la SSC: sensato, seguro y consensuado.
Y tú, ¿te animas a probar?